Un día me olvidé de que era una profesión y me enamoré.
De investigar, escribir y comunicar.
De mis viajes por los viñedos del mundo y poder compartir mi parecer.
De la cercanía de la gente.
De cada botella de vino que llega a tu mesa y acompaña tus momentos y comidas, porque están cargadas de pasión.
La misma que quiero transmitirte, eso me desafía todos los días.
Ah. Y además, soy periodista y sommelier.